El rasgo necesario de todo buen vendedor

En esta web siempre me gusta comentar lo que no se suele decir sobre Marketing, ventas y el tema de emprender.

Por eso hoy me gustaría hablar de algo sencillo y breve, que no suele aparecer en muchos libros de Marketing y ventas.

Ese algo es que los mejores vendedores y persuasores son lo que yo denomino: «hiper-sociales».

Es decir, están acostumbrados a la gente y se mueven en cualquier interacción como peces en el agua, gracias a la práctica.

Cómo aprender de verdad cualquier cosa

Verá, leyendo no se convierte uno en un buen persuasor ni vendedor.

Entonces, ¿qué es lo que funciona para aprender? La inmersión. La inmersión funciona para aprender a persuadir y, en general, para aprender cualquier cosa.

Si yo me voy a otro país, cuyo idioma no conozco, y me veo inmerso de lleno durante una temporada, todo el rato estaré escuchando, leyendo, aprendiendo y obligado a hablar el idioma. Si es así, aunque sea de forma patosa, al final aprenderé rápido y acabaré hablando bien en poco tiempo.

La inmersión total en algo es la manera más rápida de hacerse bueno en algo.

Lo mismo pasa con la persuasión.

Al final, la persuasión, la venta y el Marketing va sobre personas, no nos engañemos. Por eso, verte inmerso alrededor de personas es la clave de un aprendizaje rápido. Eso implica que, necesariamente, un persuasor debe ser una persona social y que un persuasor experto suele ser «hiper-social».

Igual que no se puede ser tímido y vendedor, no se puede ser un ermitaño y un verdadero vendedor. Quizá puedas llegar a ser una gran teórico, pero eso no sirve de mucho a la hora de vender de verdad.

Y sí, eso juega en mi contra, por ejemplo, que soy naturalmente introvertido (que no es lo mismo que tímido). Sin embargo, también soy pragmático. Entiendo que un emprendedor debe ser alguien «hiper-social» y, si es necesario, me obligo a ello.

Con una amplia vida social y un contacto constante con otros la capacidad de calibrar a los demás se dispara. De esa manera cultivas tanto la habilidad de hablar como la de entender el lenguaje no verbal, de escuchar lo que dicen y lo que no dicen, que suele ser la asignatura pendiente. Muchos vendedores hablan y hablan, pero no escuchan.

Al poco tiempo de ser muy sociable, la timidez, que es temor y por tanto el peor enemigo del emprendedor, desaparece, o al menos se reduce. ¿Por qué? Porque te has condicionado a interactuar constantemente, te vas sintiendo más cómodo y las habilidades de persuasión y comunicación se afilan.

Pruebe a pasar una temporada recluido y sin contacto social, verá qué pronto se oxidan las verdaderas habilidades de persuasión y venta. Personalmente me ocurrió. Tras mi etapa de consultoría, me dediqué a otros proyectos más solitarios. Cuando llegó la hora de volver a vender e interactuar, noté que había perdido gran parte de la habilidad para hablar ante consejos de dirección, o convencer a directivos.

Con suficiente contacto social todos los días ganaremos fluidez, naturalidad y congruencia, que son las cualidades del persuasor avanzado.

De hecho he visto a vendedores expertos que nunca aprendieron teoría, pero han interactuado con tanta gente que, por ensayo y error, han aprendido lo que sirve para decir que sí y lo que cierra en banda a las personas. Tienen don de gentes auténtico porque están todo el rato tratando con gente.

No hay excusa, si queremos vender y persuadir es hora de ser más sociables que nunca y agrandar el círculo social y de contactos.

Si recordamos, los contactos son, al fin y al cabo, la estrategia de Marketing más poderosa. Siendo «hiper-sociables» pondremos los números a nuestro favor (generaremos más contactos), además de afilar nuestros poderes de persuasión (nos relacionaremos mejor con ellos).

Si nuestra vida es sólo el trabajo, somos nuevos en la ciudad, ya no vemos tanto a nuestros viejos amigos o lo que sea, entonces apuntémonos al gimnasio, a una asociación, a ese grupo que practica el mismo hobby que nosotros…

Lo que sea para estar rodeados de gente y que no se oxiden las habilidades sociales, porque son fundamentales para desarrollar las profesionales.

Resumen de lo más importante

  • No se puede ser antisocial y persuasivo.

Uno de los rasgos principales de los mejores persuasores es que son personas extremadamente sociables, con constante contacto con otras personas.

Sus libretas de direcciones son enormes.

  • Si ese no es nuestro caso, es hora de poner medios y solventarlo.
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2 comentarios en “El rasgo necesario de todo buen vendedor”

  1. Es justo lo que estoy haciendo. El articulo es una señal favorable en estos tiempos que estoy viviendo

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