Cómo motivar a nuestros trabajadores y retener talento

Como motivar trabajadores

Recientemente, han surgido noticias sobre la dificultad de contratar trabajadores en ciertos sectores. Desde los servicios de hostelería hasta lo tecnológico, parece que hay una escasez de talento.

Debemos tener muy claro lo siguiente: que muchos supuestos problemas de escasez de talento no son tales.

En realidad, lo que ocurre que no ofrecemos un puesto de trabajo atractivo.

Por eso, vamos a ver cómo motivar a alguien para trabajar con nosotros y cómo retener a ese talento. Es muy caro formar a alguien para que se vaya en el peor momento.

Las 4 necesidades fundamentales de un trabajador

Se ha estudiado extensivamente cuáles son las necesidades principales que debe cubrir un puesto de trabajo para tener motivados a sus trabajadores.

Estas son:

  1. Seguridad.
  2. Competencia.
  3. Autonomía.
  4. Conexión.

Vamos a analizarlas en detalle para ver si se dan en nuestro caso.

1. La seguridad

Es la base de todo y, sin ella, las demás no tienen sentido. Lo primero a cubrir es la necesidad de seguridad y eso implica:

  • Un sueldo justo que permita vivir.
  • Unas condiciones de seguridad adecuadas.

Da igual lo que trabajemos el resto de cosas, sin una compensación económica justa, no conseguiremos contratar ni retener.

Lo segundo es cada vez más importante y no solo por la necesidad de cumplir la legislación a rajatabla, sino por la necesidad psicológica del trabajador.

Equipamiento de seguridad adecuado (como guantes de trabajo, elementos de protección física, arneses, mascarillas y lo que sea necesario), así como condiciones de trabajo seguras en cuanto a procedimientos, higiene y ergonomía son fundamentales.

Estos son los cimientos de la casa, nadie va a querer trabajar en algo que no le da para vivir o en lo que no se siente seguro, sin importar lo que le guste la actividad que desempeña.

Con esto bien cubierto, debemos ir más allá y cuidar el resto de necesidades que hacen que un trabajador esté motivado y contento.

2. La competencia

Implica que se trabaja bien, con calidad, siendo formado adecuadamente.

El trabajador debe sentir que controla y sabe qué tiene que hacer y que, cuando no es así y no domina lo que tiene delante, se le ayuda y se le forma hasta que lo consigue.

Si alguien se siente completamente desbordado, con tareas que se salen de sus atribuciones o sin formación, ni apoyo, se irá o permanecerá solamente para cobrar la nómina.

3. La autonomía

La autonomía es un ingrediente clave de la motivación real personal, como bien explica el experto Daniel Pink en su libro: La sorprendente verdad sobre qué nos motiva.

Por eso, en nuestra empresa debemos favorecerla, pero entendiendo bien el concepto.

Autonomía no significa dar libertad total y que se haga lo que se quiera. Eso no funciona y, sin limitaciones y restricciones, cada uno hará la guerra por su cuenta.

Autonomía implica capacidad de decisión y poder dentro del trabajo que se hace.

Es decir, que yo, como gerente, puedo establecer un objetivo o encargar que cierto proyecto finalice en una fecha concreta. Pero mientras se cumplan unos requisitos básicos, el cómo se ejecute en la práctica y el día a día debe ser una cuestión del equipo o la persona encargada.

Si dicha persona no tiene nada de autonomía, no tendrá motivación y no tardará en marcharse o empeorar sus resultados.

4. La conexión

Por último, está la conexión, que significa la capacidad de hacer equipo con el resto de la gente y sentir que formas parte de un grupo al que apoyas y que te apoya.

Las personas somos seres sociales, queremos pertenecer a algo más grande que nosotros. Es una necesidad fundamental y no solo para estar motivados en el trabajo, sino para una vida plena en general.

La clave es que haya un grupo unido, porque cualquiera que se sienta apartado y desconectado, se desmotivará automáticamente.

Como vemos, el dinero no lo es todo ni mucho menos. Es el punto de partida y, sin una compensación justa, no vamos a encontrar a nadie. Pero encontrar es solo el primer paso, retener al talento es mucho más importante.

Porque no hay nada más escaso que ese talento que encaja con nuestros valores y nuestra forma de trabajar.

Si nos aseguramos de abonar el campo de nuestra empresa con las cuatro condiciones que hemos visto, ese talento florecerá y crecerá. Y con él, nuestros resultados.

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