Siempre lo he dicho, que cualquier empresa, de cualquier sector, ha de tener una web. No me importa que no vendan por Internet, todo el mundo está buscando ahí información sobre nosotros. Como mínimo, una web es una carta de presentación, pero queremos que sea más. Queremos que, al menos, en ella vean que somos profesionales, que sabemos lo que decimos, que damos valor e información.
Queremos que sea un elemento de persuasión.
Vivimos en un mundo físico y eso significa que lo físico y lo externo cuentan. Eso también vale para nuestra web. Si es descuidada y poco profesional, esas características se trasladarán a lo que piensan de nuestro producto o servicio (y puede ser injusto o no, pero es lo que hay).
Lo mismo pasa con la experiencia que tengan en nuestra web. Recuerde que aquí hemos enseñado incluso los estudios que muestran que una tienda que huele bien, vende más que una tienda que no huele a nada, o que dependiendo de una música u otra, se puede vender más de un producto o de otro. Eso significa que la experiencia de un cliente en un sitio influye, de maneras sutiles, en sus decisiones.
Si nuestros clientes tienen una experiencia negativa en nuestra web, eso se traslada a nosotros y nuestro producto, por eso vamos a ver aquí 8 cosas, comprobadas y analizadas, que mejoran la experiencia de un usuario en nuestra página.
Son muy sencillas de aplicar y nos proporcionarán resultados, así que vamos a verlas.
Índice de contenido
1. En las imágenes, los rostros claros y limpios fijan más la atención
Aunque pueden ser muy artísticas, las imágenes abstractas, conceptuales, etcétera, no suelen atraer mucho la atención. Lo que nos atrae son otros rostros, especialmente los de la gente con la que deseamos hacer negocios. Por eso debemos asegurarnos de que la foto no es cualquier foto. Tenemos que asegurarnos de que son nítidas y también que, las fotos con personas de verdad, y no modelos típicos, funcionan mucho mejor.
De hecho, a la hora de poner fotos de personas, deberíamos pensarnos muy mucho incluir las nuestras. Recordemos que las personas sólo pueden relacionarse con otras personas, no con empresas o entidades abstractas.
Multitud de estudios muestran que las webs con fotos de las personas tras ellas funcionan mejor y que, también, puede haber diferencias de resultados muy imoprtantes según la foto que decidamos poner, así que es un buen punto de nuestra web para hacer tests y recoger datos.
2. Los encabezados atraen la atención
Encabezados como este que acabo de escribir. Son importantes para dividir el texto en trozos más digeribles (muy necesario si queremos que nuestro usuario lea todo lo que escribimos) y en ellos hemos de poner aquello que queramos que se les quede grabado. En Internet no se lee como en los libros, se escanea y los encabezados hacen que el usuario se detenga y lea.
3. Los usuarios pasan bastante tiempo mirando botones y menús
Debido a esto, querremos dedicar un tiempo extra a asegurarnos de que están bien diseñados y que no ocultan o dificultan las partes de la web a las que queremos que lleguen (igual que hemos de destacar aquellas a las que queremos que lleguen).
4. Las listas mantienen más la atención del lector
Por eso, note cómo este mismo artículo está diseñado en modo lista. Es una manera, de nuevo, de dividir en trozos más pequeños y ordenados el texto, haciéndolo más digerible y escaneable para el usuario.
5. Los grandes bloques de texto se evitan
Da igual lo bien escritos o informativos que sean, los estudios muestran que los usuarios de la red los evitan, así que a la hora de escribir para la web, mejor dividir en varios párrafos breves ese gran bloque de texto.
También podemos expresar esas ideas del párrafo en listas o viñetas para hacerlo más digerible.
6. El formato puede atraer la atención
Mayúsculas, negritas y demás fijan la atención, siempre que se usen con juicio. Recordemos algo sencillo, que si todo lo resaltamos como importante, entonces nada es importante.
7. El espacio en blanco es bueno
Todo nos parece importante: expresar todo lo que queremos del producto, poner nuestra garantía, el enlace de que contacten, el de que se apunten al boletín, el anuncio del último producto… Encajar todo a la vez satura al usuario, que ha adquirido la habilidad de desconectar e ignorar lo que ve cuando eso sucede.
Menos es más, debemos tener claro lo más importante que queremos que se les quede, priorizarlo y quitar el resto.
8. Las herramientas de navegación, mejor en la parte de arriba de la página
Hay multitud de diseños bonitos que intentan innovar, pero cuando queremos usar la web para nuestro negocio, debemos ceñirnos a lo que funciona, a aquello a lo que se han acostumbrado los usuarios.
La mayoría de las veces, la navegación está en la parte superior, es lo que esperan y lo que debemos poner. Los experimentos en diseño, los dejamos para otras iniciativas personales.
He aquí estas ocho cosas, cada una ha sido corroborada por datos reales y objetivos, así que no tenemos excusa para no aplicarlas.