Sobre el libro Cómo emprendedor un negocio en Internet

Con el futuro libro Cómo emprender un negocio en Internet, mi principal objetivo es un libro que se aplique en la práctica. Ahora, muchos libros de negocios tienen ese handicap precisamente, que pueden estar mejor o peor, que pueden dar un par de ideas buenas (y cuando lo hacen, a mí ya me parece que la inversión que he hecho en ellos me ha compensado), pero muy pocos son realmente aplicados.

Al final, el libro se desvanece como un recuerdo extraño, se mezcla con todos los demás, especialmente si uno consume a menudo literatura de este tipo.

Luego están esos libros que te dicen que tienen una orientación meramente práctica, pero cuando los lees, no la encuentras por ningún lado, o bien te dan unos pasos a seguir que no hay quien siga.

No quiero eso, quiero un libro que se consuma de principio a fin, lo que requiere:

• Que no sea de una gran extensión, con esa brevedad motivada principalmente por el recorte agresivo de toda clase de relleno.
• Que tenga un tono que haga que el libro se quiera seguir leyendo. Ahí pienso que muchos libros prácticos fallan y, de hecho, en la parte de Marketing de Contenido del libro, se habla claramente de los elementos que componen este tema y que casi todos pasan por alto.
• Que sea práctico, pero de verdad, que te diga claramente qué hacer en cada paso de la iniciativa.

El problema de leer a Derek Sivers

Hace no mucho leía a Derek Sivers emprendedor y un tipo inteligente, de los que me gusta escuchar porque siempre dice alguna que te enseñará alguna otra cosa. Hacía tiempo que no visitaba su blog y me encuentro con esto, que me permito traducir como mejor puedo con mi inglés:

Había oído grandes cosas del libro de Michael Pollan El dilema del omnívoro. Pero, ¿450 páginas sobre la historia de la comida? Eh…

Entonces, dos años después escribió: En defensa de la comida. Sonaba como un argumento más enfocado con 250 páginas, pero…

Entonces escribió: Las reglas de la comida, que comprime todas sus recomendaciones en 64 frases. ¡Oh, sí!

Cuesta 30 minutos de leer, con recomendaciones como: «come sólo alimentos que, eventualmente, se pudrirán» y «evita productos que proclaman que tienen beneficios para la salud».

Eso es todo lo que necesito, porque ya confío en él. (…)

Comprimir la sabiduría en directivas («Haz esto») es tan valioso, pero tan raro. Parece arrogante e imperial decirle a la gente lo que hacer. ¿Quién soy yo para ordenar a la gente de mi alrededor? Por otro lado, ¿quién no soy? Es útil para la gente, así que hazlo.

Soy humilde. No espero que cualquiera haga lo que digo. Es sólo que es una manera poderosa y sucinta de comunicar una idea. Enfócate a la acción.

Y ese fue siempre mi objetivo con este libro, no obstante, hay tantas cosas a tener en cuenta que, inevitablemente, se estaba volviendo más masivo de lo que quería.

Leer esto de Derek Sivers recientemente me ha servido para recuperar ese objetivo inicial y actuar sobre él de manera incluso más agresiva: comprimir hasta la dosis mínima efectiva.

Hay una máxima sobre la escritura, que cualquiera puede divagar páginas sobre algo, pero sólo los mejores pueden decir lo que quieren en las mínimas páginas y nada más.

Eso es lo que quiero, por eso el libro está en un proceso de revisión importante, dejando eso que es fundamental, aplicable y nada más.

El pequeño inconveniente (pues esto es la vida real, qué le vamos a hacer) es que se retrasará algo la fecha de salida y, en vez de a finales de octubre, será a finales de noviembre.

Creo que es algo que merece la pena a fin de cumplir este objetivo.