3 estrategias efectivas para mejorar un negocio

falacia-plan

Una de las primeras cosas que uno aprende cuando tiene un negocio propio es precisamente lo rentable que resulta aprender. especialmente aprender de otros que ya han caminado por el mismo sendero.

Por experiencia he visto que aquellos que llegan más lejos no dejan de aprender, de hecho invierten una buena cantidad mensual en información y formación por la sencilla razón de que resulta rentable.

Siempre lo suelo comentar como ejemplo pero una de las muestras del poder del aprendizaje la tuve con respecto al Marketing de Pago por Click que es una de las estrategias utilizadas en Recursos Para Pymes. La diferencia entre resultados que no estaban mal y obtener el doble de efectividad fue aprender de quien ya sabía.

Aprender es algo constante si tienes un pequeño negocio, puedes hacerlo por ensayo y error, lo cual es inevitable y se produce cada minuto de ser emprendedor o bien, en la medida de lo posible, ahorrarte tan costoso camino y dedicar un tiempo a fijarte en lo que otros que ya han estado allí tienen que decir.

Dado el poder de aprender se quieren compartir aquí 3 cosas aprendidas en los últimos tiempos, de manera propia o por fuentes ajenas, y que han dado resultado.

1.- Concentrarse la mayor parte del tiempo en cómo generar más interesados en lo que hacemos.

Si no traemos gente hasta la puerta de nuestro negocio o si no hacemos que sus miradas se fijen en nosotros y se interesen no tenemos nada.

Es obvio que las ventas finales son más importantes que generar interés, pero necesariamente para que se produzcan ventas tiene que haber primero un interés, tenemos que encontrar más y mejores formas de extender el conocimiento de nuestra empresa y nuestro producto entre aquellos a los que les pueda interesar.

Y como pequeños emprendedores debemos centrarnos en eso la mayor parte de nuestro tiempo diario. Esto es especialmente importante porque muchas veces (y todos somos culpables de ello en alguna medida) nuestros días pasan dedicados a otras cosas en vez de empujar un poco más por la parte de "¿Qué puedo hacer para traer más interesados hasta mi negocio?"

Si ya tenemos en orden una oferta destacable por algo y también una manera de demostrar que lo que decimos es verdad entonces querremos dedicar una buena parte de cada día a esforzarnos por traer más interesados, por "bombear" más posibles futuros clientes.

Echar un vistazo a los resultados que obtenemos y ver cómo podemos mejorar la promoción, pensar nuevas formas de extender nuestro nombre, buscar alianzas, revisar el plan de Marketing viendo qué ha funcionado para potenciarlo y qué más cosas podemos hacer para llegar más lejos…

Si como emprendedores no gastamos la mayor parte del día enfocados en cómo conseguir más en este aspecto algo se nos está escapando.

2.- Conocer los hechos reales.

Especialmente en tiempos de incertidumbre todos tenemos una opinión sobre lo que está pasando, además cuanta menos idea se tiene más vehementes suelen ser esas opiniones.

Por eso para un emprendedor es fundamental cortar por la mitad todo eso y centrarse en saber qué está pasando realmente.

Si no tenemos una serie de indicadores clave para los que recogemos datos habitualmente, en los que nos fijamos para saber qué ocurre de verdad y qué decisiones vamos a tomar, entonces estamos corriendo a ciegas.

Muchas pequeñas empresas especialmente caminan sin saber, por ejemplo, cuánto les cuesta conseguir un cliente, qué porcentaje de interesados se acaba convirtiendo en cliente, incluso qué resultado concreto ha obtenido su actividad el mes pasado… Sin embargo se toman constantes decisiones de hacer una cosa en vez de otra, de cambiar esto o aquello… y se hace sin un motivo real y justificado y sin saber qué efectos produce luego.

Estar en medio de la niebla nunca resulta un buen método de llegar a ningún lado.

3.- Todos somos médicos

No somos emprendedores, somos médicos, eso lo aprendí no hace demasiado leyendo unas palabras de Seth Godin en su blog. ¿Por qué? Porque la gente lo que quiere es una cura.

No quiere un proceso, no quiere un producto ni un servicio, ni tampoco un libro o una estrategia.

Una de las cosas que más se repiten en el Pack Cómo Conseguir Clientes es enfocarnos en que no somos vendedores, sino que resolvemos problemas más allá del producto que vendemos y que nuestra misión es saber realmente qué problema solventamos y esforzarnos por hacerlo un poco mejor que los demás.

La analogía de la cura me parece más que perfecta para esto porque encierra algo importante: una cura implica "dolor" y "urgencia" y otra de esas cosas que he aprendido es que mientras un posible cliente no sienta demasiado "dolor" y no tenga un verdadero sentido de "urgencia" no se moverá y se arriesgará comprando. Porque comprar es siempre un riesgo desde el punto de vista del cliente, esa es otra de esas cosas que una vez se aprenden siempre se deberían tener en cuenta.

El aprendizaje está para luego ponerse en marcha, para comprobar realmente cuánto esfuerzo empleamos al día en traer más interesados, para ver si tenemos una imagen clara de nuestra empresa y cómo mejorarla y para ver si de verdad estamos actuando desde la mentalidad adecuada.

Scroll al inicio