Mi mayor ERROR

Este artículo rompe algunas de esas leyes que dicen que uno siempre debe ser una fuente de autoridad y todo eso para que los demás crean que todo lo que dices y haces funciona perfectamente y no falla nunca…

Este artículo es de hecho para comentar uno de los errores más importantes que cometí cuando comenzaba y todavía Recursos Para Pymes no era ni una idea siquiera porque empecé en otros ámbitos diferentes.

También encierra una lección fundamental, pero, dado que casi siempre se habla de lo que se ha visto que funciona, no viene mal reírse un poco de los que "se supone que enseñamos" eso y de cómo caemos en tantos o errores, o muchos más, que el resto.

Recuerdo perfectamente uno de los últimos días en los que trabajaba de consultor hace ya unos cuantos años, estaba charlando con un compañero en la comida y casi se atraganta con una de mis respuestas.

Después me miró fijamente, para ver si le estaba tomando el pelo, y cuando vio que iba en serio sólo le faltó agitar el dedo a la altura de la sien, en un gesto (merecido) de que estaba completamente loco.

Estábamos comentando mi marcha y mi inicio como emprendedor y él me hablaba de unas cuantas empresas que conocía y que estaría encantado de llamar y hablarles de mí.

Yo, todo serio, simplemente contesté:

"Oh no, no por favor, quiero empezar de cero, quiero conseguir clientes por mí mismo, desde el principio y sin conocerlos. Pero gracias."

Esa es una de las frases más tontas que un emprendedor podría contestar y no sólo yo soy 100% culpable de decirla una vez, sino de repetirla varias, porque otros amigos y conocidos, cuando supieron que "daba el salto" me comentaron algo similar.

(Sé que un error lo comete cualquiera, pero encadenar semejante hilera es de tontos, no hay otra definición).

En esos casos yo siempre respondía (y aún me preguntó por qué…) que no hacía falta, que muchas gracias pero que lo quería intentar desde cero, que era una especie de reto.

Puede apostar a que aquello de verdad se convirtió en un reto.

Lo curioso es que eso que hacían mis compañeros y amigos no tiene nada que ver con "enchufes", "amiguismo" ni nada por el estilo, simplemente es humano.

De hecho en el caso contrario yo hago exactamente lo mismo. Lo lógico es que si conoces a alguien que es de confianza y conoces a alguien que necesita alguien de confianza… conectas los puntos.

Es así de sencillo, de hecho la gente que necesita a alguien se inclina de manera natural por un conocido o alguien a quien recomienda una persona en la que confían (antes que con un completo desconocido, ¿no lo haríamos todos acaso?).

Pues yo no lo hice, yo a la mía.

Conclusión. Un salto al vacío queriendo conseguir clientes… a la vez que desechaba uno de los factores más críticos para conseguirlos.

Porque he aquí una de las lecciones más importantes que uno puede aprender y que no es necesario que nadie más lo haga de la manera "dura" (ya estoy yo para mostrar lo tonto de hacerlo así :-))

El número de clientes que tenemos y la capacidad para conseguir más es proporcional al grosor de nuestra agenda de contactos.

Y si no estamos cada día dedicándonos a aumentar un poco ese grosor… estamos dejando de construir una de las estrategias más efectivas para conseguir más ventas (si es que no es la más efectiva).

Segunda lección importante que me gustaría haberme contado a mí mismo en caso de poder viajar en el tiempo (y después de decirme que dejara de comentar semejantes tonterías):

"Si vas a hacer algo relacionado con personas (como es conseguir clientes), por lo que más quieras, no se te ocurra ir en contra de la naturaleza humana más básica" (como por ejemplo que la gente confía en lo que conoce de alguna manera).

No nos engañemos, fue un aprendizaje importante, de hecho tiene una parte positiva, eso permitió "espabilar" y llegar un poco más lejos intentando descifrar qué hace que alguien quiera convertirse en un cliente, qué motiva a la gente, cuáles son esas cosas que hacen que no consigamos una venta por mucho que nos esforcemos… probablemente sin ese esfuerzo extra no hubiera descubierto muchas cosas, pero aún así fue una maniobra francamente poco inteligente… Pero de todo se aprende y me quedo con lo bueno.

La mayoría de las veces en artículos, boletínes y a clientes suelo comentar lo que hice y funcionó, pero esta vez, por favor, no hagan lo que yo hice, bajo ningún concepto … 🙂