La estrategia de marketing de «La colección»

La estrategia de marketing de la coleccion

Hoy me gustaría mostrar, de manera concisa, una estrategia práctica de marketing muy útil, que me ha servido durante todos estos años.

Esta estrategia es muy sencilla y se basa en hacer lo contrario de lo que hacemos cada día con la publicidad.

Para ello, cojamos una carpeta (o abrámosla en nuestro ordenador) y dediquémosla a ir almacenando estrategias, campañas y tácticas de marketing que vayamos viendo y nos llamen la atención.

De esta manera, y con el tiempo, iremos teniendo un archivo de Marketing efectivo, al menos efectivo en la primera instancia de que llamó nuestra atención.

La mentalidad de Marketing 100%

Como explico a menudo, por ejemplo en los materiales de Marketing de Guerrilla, es muy importante que un emprendedor tenga una mentalidad de Marketing 100%. Es decir, la mentalidad de que todo es Marketing. En especial, todo lo que hagamos de cara a un cliente es Marketing, no sólo los mensajes promocionales que le enviamos, sino la interacción habitual, las formas, la presencia, la ayuda desinteresada. Todo lo que hagamos inclina la balanza hacia la compra o no la próxima vez que lo intentemos.

Pues bien, si tenemos una mentalidad de marketing 100% para todo, entonces comenzaremos a fijarnos en cómo lo hacen los demás. Detectaremos cuándo una empresa intenta que la elijan y de qué manera efectiva lo está poniendo en práctica.

Y eso es muy valioso por una razón práctica fundamental, puede proporcionarnos una inspiración muy valiosa para nuestras propias acciones de Marketing.

Tenemos que tener en cuenta que las ideas no suelen surgir de la nada, sino a raíz de lo que otros dicen o les vemos hacer.

Fijarnos en ejemplos de Marketing de guerrilla, recoger información sobre campañas que nos llegan, promociones, eslóganes que llaman la atención, etc, puede hacer que salte la chispa que prenda la inspiración en nuestro propio Marketing.

La gran diferencia con copiar

Esta Estrategia no significa, ni mucho menos, copiar. Copiar sirve de poco, el Marketing, especialmente el de Guerrilla, opta por ser creativo por la sencilla razón de que sólo la novedad y la originalidad pueden derribar el muro de indiferencia que nuestros clientes actuales tienen levantado hoy día.

Si copiamos, estamos yendo contra eso y nunca conseguiremos atravesar esa barrera de la indiferencia.

Es más, la sensación que van a tener de nosotros los clientes potenciales, en el caso de que nuestras acciones de Marketing le suenen sospechosamente a lo que otros hacen, es la de que nuestro negocio se limita a copiar a otros.

Aunque sea inconscientemente, nuestra empresa va a tener una asociación negativa si clonamos lo que hacen los demás, nos verán faltos de originalidad, de ingenio suficiente. Si es así, aunque nuestro producto sea bueno y el precio adecuado habrá algo en la mente de los clientes que será un impedimento para elegirle.

Copiar es muy distinto a inspirarse.

Ya sea por asociación o simplemente por pensamiento invertido, una buena idea puede dar lugar a otra buena idea, por eso si cogemos esas buenas ideas que vamos viendo a lo largo del tiempo y las almacenamos para cuando necesitemos inspiración, las posibilidades de crear algo interesante en nuestro Marketing de Guerrilla aumentarán.

Ejercicio práctico

Pongamos en práctica lo dicho.

Paso 1.- Cojamos una carpeta donde guardar toda aquella promoción que nos haya llamado la atención. No será difícil porque al volver a casa tendremos el buzón lleno y a lo largo del día recibiremos incontables impactos en nuestros teléfonos y ordenadores.

Paso 2.- Detallemos exactamente lo que nos ha atraído. ¿Ha sido la frase que especificaba? ¿Han sido los elementos visuales? ¿Nos ha parecido gracioso?

Paso 3.- Veamos si eso podemos utilizarlo en nuestra empresa, adaptándolo y creando algo nuestro.

Paso 4.- Guardemos el elemento de promoción en la carpeta para futura referencia.

Paso 5.- Planteémonos hacer lo mismo para los anuncios que nos han horrorizado, aunque sea para saber qué NO tenemos que hacer.

Personalmente mantengo ese archivo desde hace años, clasificado de diversas formas (por ejemplo, por medios: email, pago por clic, folletos, también por elementos: encabezados, imágenes…). Así, cuando voy a hacer mis propias campañas, no tengo que enfrentarme a eso tan terrible de empezar de cero con una hoja en blanco.

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