Cómo no perder dinero con nuestro Marketing

A finales de este mes Recursos Para Pymes va a presentar uno de sus proyectos más importantes, su nuevo producto de software CMM Marketing una aplicación innovadora para conocer qué funciona (y qué no) en nuestro Marketing (y poder tomar las decisiones claras y correctas para que sea rentable).

Como el tema ha despertado bastante interés (entre clientes actuales y usuarios del Boletín de Estrategia) y el Marketing es un tema crucial para los usuarios de esta web, vamos a comentar una de las claves fundamentales para tener un marketing rentable y dejar de perder dinero con el mismo. Esta información es de hecho un breve extracto en primicia de la que se incluirá junto con el software CMM.

La clave final para tener un Marketing rentable

La clave para tener un Marketing rentable en vez de uno que no haga más que perder dinero es

dedicarle suficiente tiempo y recursos.

Hace poco leí un artículo de John Jantsch (empresario y experto en Marketing) sobre que el Marketing era un hábito y aunque no hablaba exactamente de esta clave que vamos a tratar sí hacía una referencia muy interesante ante la que sin darme cuenta estaba asintiendo con la cabeza.

Hablaba de que a lo largo de su experiencia se había encontrado con que, particularmente los pequeños y medianos empresarios, alegaban muchas veces que “no encontraban tiempo para el Marketing” tenían tantas cosas que hacer, tantos compromisos que cumplir y trabajo que sacar adelante que al final no tenían tiempo para el Marketing.

No puede ser más cierta esa situación. En multitud de correos y conversaciones esa frase (o alguna variante similar) la he escuchado de bastantes empresarios.

Si tenemos en cuenta que el Marketing es lo que hacemos para conseguir la atención de posibles clientes e inclinarlos a que nos elijan, en definitiva el Marketing es el proceso que las empresas utilizan para conseguir clientes.

Y si no tenemos tiempo para aquello que nos consigue clientes, entonces ¿a qué nos estamos dedicando realmente?

Sí, está claro, hay que sacar adelante la producción, realizar el trabajo encomendado, lidiar con los inconvenientes que surgen todos los días, afrontar los papeleos con los que la administración nos agobia constantemente… pero al final todo se reduce a una frase perfectamente definida por Peter Drucker:

"Sólo hay una definición válida del propósito de una empresa: crear un cliente”

Si no tenemos tiempo para el Marketing, para hacerle un hueco importante dedicando tiempo y recursos en nuestro negocio, (al igual que los dedicamos a otros menesteres) muy probablemente acabaremos ahogados en papeles, trabajo e inconvenientes del día a día y no llegaremos demasiado lejos porque no tendremos suficientes ingresos.

Si no tenemos tiempo para el Marketing estamos fallando en el único propósito real de una empresa.

Nuestro producto, por mucho que trabajemos en él, se va a quedar en el almacén sin Marketing. Si no conseguimos crear suficientes clientes, entonces empiezan a surgir los inconvenientes y las prisas.

Muchas empresas no consiguen rentabilizar su Marketing porque en vez de tratarlo como un proceso fundamental dentro de la empresa (como pueda ser la producción, por ejemplo) es algo que se hace “de vez en cuando”, o a “trompicones” (es decir lo típico de: ahora hacemos un puñado de acciones de promoción y luego pasamos meses sin realizar nada más…).

Sólo se dedica algo de tiempo cuando uno puede y es para para probar cosas de manera aislada, tácticas o técnicas que se han oído que funcionan (y además se suele trabajar con la sensación en la cabeza de que, en vez de estar “haciendo Marketing”, deberíamos estar haciendo cosas que “de verdad son importantes” porque sobre la mesa hay mucho tema atrasado).

La cuestión es que de esa manera poca rentabilidad se puede conseguir del Marketing.

Algo realizado esporádicamente, con el tiempo y recursos que nos sobran y sin ponerle demasiado empeño no es esperable que nos proporcione demasiado rendimiento.

Sin embargo desde nuestra perspectiva se suele concluir que lo que pasa en el mundo real del pequeño y mediano empresario es que “eso del Marketing no funciona” o que “el Marketing ese es sólo palabrería”.

Para obtener rentabilidad de nuestro Marketing éste debe convertirse en un proceso fundamental de la empresa y sólo lo lograremos si dedicamos tiempo y recursos.

Es sabio tener en cuenta que una de las pocas verdades universales es que se suele obtener de algo tanto como invertimos en ese algo.

Hagámonos la pregunta de qué lugar e importancia ocupa el Marketing en nuestra empresa y respondamos sinceramente.

Si nuestro enfoque es esporádico, parcial y algo difuso, no es extraño obtener resultados esporádicos, parciales y difusos.

Cómo aplicarlo en su empresa

Aquí no hay más que un paso y es hacer realidad el compromiso de integrar el Marketing en su empresa como un proceso de gestión que resulta tan importante como la producción o las tareas administrativas.

Poco más se puede decir, hasta que uno no es verdaderamente consciente de la importancia del Marketing, da igual lo que se proclame y las técnicas que se den, porque si uno sólo dice con la boca pequeña que el Marketing es importante pero luego "no tiene tiempo", poco se conseguirá.

Al final es un tema de haber interiorizado esto o no.

Igual que uno no concibe que no puede tener un negocio si no produce lo que vende o no cumple las reglas que la administración le pone, tampoco llegará muy lejos la empresa si no se preocupa por trabajar su Marketing.

Tan importante es una cosa como las otras y es cuestión de ser consciente de ello, quien lo es, se preocupa de aprender, poner en práctica y mejorar el Marketing, quien no, probablemente saltará de una táctica a otra, realizará acciones de promoción sueltas y finalmente, cuando lleguen los resultados escasos o parciales concluirá que ha sido una pérdida de tiempo y dinero y que es mejor dedicar tiempo a otras cosas de la empresa.

Esta es una cuestión de ser conscientes de que el Marketing es lo que al final va a traer clientes, de hecho todo lo que hacemos para que nos elijan es Marketing.

Cuando esto por fin forma parte de nuestra forma de ser empresarios el Marketing acaba siendo tan fundamental como cualquier otra cosa, cuando no es así, el Marketing es esa “cosa incómoda” que a lo mejor deberíamos hacer pero no encontramos tiempo o no sabemos bien cómo abordar.

Cuando un posible cliente se decide por nosotros (o se ve cada vez más inclinado a hacerlo) es por el Marketing, aunque haya sido por acciones o aspectos que no aplicábamos conscientemente como Marketing (quizá al cliente le parecimos fiables durante una comida de empresa, le gustó algo que dijimos o cierto detalle de organización en propia empresa que vio nos han hecho ganar puntos, aunque no pretendiéramos exactamente “hacer Marketing” con eso, al final resultó ser Marketing).

De hecho la filosofía más adecuada de enfocar el Marketing es, como se comenta en “Marketing de Guerrilla para Pymes” que realmente todo lo que hagamos es Marketing porque todo lo que hagamos envía señales de cómo somos y cómo nos tomamos de en serio lo que hacemos.

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