Cómo es un buen líder, según los estudios

Atención, porque este puede ser uno de esos materiales que cause algo de indignación, pero al fin y al cabo sólo hace que mostrar datos reales y es importante seguir la premisa inmortal de “no matar al mensajero”. Si nos fijamos, el mundo no es justo en muchas de sus cosas, es el que es. Es importante, que como emprendedores y adultos, no confundamos los deseos, o lo que es justo, con la realidad de las cosas.

Aquí vamos a mostrar las cualidades que comparten la mayoría de líderes empresariales exitosos, algunas de ellas verá que vienen dadas por la naturaleza, y sí, es en serio. Resulta que, cuando miras los fríos datos, el líder no sólo se hace, que también, sino que hay una serie de características con las que se nace, características físicas que parecen contribuir a alcanzar más fácilmente dicho liderazgo.

Sin embargo, también veremos que algunas de esas cualidades que más se repiten sí están bajo nuestro control, al menos en parte, con lo que podremos trabajarlas y refinarlas. Personalmente, mi filosofía es centrarme en lo que puedo controlar y no preocuparme demasiado de lo que no puedo cambiar.

Vamos a ver pues, cuáles son las sorprendentes características que comparten la mayoría de líderes.

1. La altura de un líder

Es remarcable que, en esta supuesta era de la diversidad, multitud de jefes y líderes comparten una serie de características que concuerdan el estereotipo de líder que siempre hemos tenido en mente. Y para empezar, al igual que en tiempos antiguos, los líderes suelen ser altos en general.

Malcolm Gladwell escribió hace unos 10 años un libro llamado Blink. Es muy recomendable en general, pero para lo que nos interesa, descubrió que el 30% de los CEO’s de las compañías de la lista Fortune 500, medían más de 1,88 metros. Ahora, sólo es un 30%, es cierto, pero es importante comparar con que, el porcentaje de gente por encima de esa altura en Estados Unidos es del 3,9%, lo que da una idea de que esa característica tiene influencia.

2. La importancia de sonar como un líder

Con la altura no podemos hacer nada, pero también se ha demostrado que hay un tipo de líder que “suena bien” a la hora de hablar. En las investigaciones de la empresa Quantified Communications, se pidió evaluar los discursos de 120 ejecutivos. Ahí descubrieron que la calidad de la voz contaba para un 23% de la evaluación de los que escuchaban y, atención, el contenido de dicho discurso sólo contaba un 11%.

La tonalidad es crucial y hay una manera especial en la que suenan los líderes, de acuerdo a lo concluido por la universidad de California, analizando a 792 líderes masculinos de empresas, aquellos con la voz más profunda ganaban 187.000 dólares más al que la media.

Ahora, con la voz también podemos hacer algo, igual que con la siguiente característica.

3. Estar en forma cuenta

Peter Limbach, del Karlsruhe Institute of Technology, descubrió que los CEO’s del índice 1500 de empresas en Estados Unidos que habían finalizado una maratón ganaban más que aquellos que no.

Al parecer, de nuevo los tiempos antiguos, en los que se elegía a líderes altos y fuertes, siguen estando vigentes.

Hemos hablado a menudo de la importancia del lenguaje no verbal en la comunicación. Una buena postura influencia nuestro perfil hormonal y mejora nuestra percepción física, así que deberíamos corregirla si no es buena y estar atento a ella.

4. Aparentar lo contrario es muy negativo

Yo odio los estereotipos, y por eso me da rabia descubrir que, en ocasiones, tienen efectos y son reales. Éste es el caso, pues personas con sobrepeso son juzgadas por otros como incapaces de controlarse a sí mismas, y mucho menos a otros.

Igualmente, aquellos que acaban sus frases con un tono agudo o de pregunta, suenan a inmaduros e inseguros.

Tenemos que decidir qué hacer con la información

Los datos son los que son y da igual las vueltas que le demos. Tenemos mecanismos inconscientes dentro de nosotros que nos hacen juzgar a las personas en un instante, y por pistas externas. En este caso, parece que según los estudios buscamos un estereotipo de líder alto, atlético y de voz grave. Y ante todo, no nos dejamos guiar por aquellos que presentan un aspecto contrario a ese.

La buena noticia es que al menos la mayoría de esas características están bajo nuestro control. En el mundo real las apariencias cuentan y no sólo hay que ser un líder, hay que parecerlo.

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