Cómo conseguir el número 1 en Google (haciendo todo lo contrario de lo que dice el SEO)

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El grial que todo el mundo persigue es cómo conseguir el número 1 en Google. No es de extrañar, básicamente es lo mismo que decir «clientes gratis».

A lo largo de todos estos años he conseguido varios números 1 en Google para palabras más o menos competidas en diversas iniciativas. He vivido los cambios en el algoritmo prácticamente desde que nació, y hay que ver qué poco se parece a los inicios.

Lo que no ha cambiado nada tras tantos años es el ansia de conseguir batir o engañar como sea al buscador. Su algoritmo sufre constantes cambios y muchos expertos en SEO tratan de hacer una ingeniería inversa y descubrir la fórmula de cómo conseguir el número 1 en Google.

Y así, persiguiendo como sea ser más listos que la máquina, los árboles no nos dejan ver el bosque.

Obviamente, el buscador no te dice cómo conseguir el número 1 en Google, pero en realidad sí.

Matt Cutts se harta de repetir que te centres en el valor y la experiencia del usuario. Uno de esos comentarios de perogrullo que nos hacen pensar: «Lo que tú digas, pero ¿cuál es el secreto de verdad?»

Pues es ese. Está ante nuestras narices, lo ha dicho Cutts más de mil veces y es el único que va a permitir a Google seguir siendo líder: Da más valor que el resto y sé exactamente lo que el usuario busca.

¿Demasiado «fácil» como para ser cierto? Esta es la confusión principal, porque es fácil de decir, pero es lo más difícil de hacer. Centrándonos en ser los mejores obsesivamente, podemos hacer que todas esas tácticas SEO resulten irrelevantes.

Veamos un par de ejemplos de cómo conseguir el número 1 en Google, haciendo todo lo contrario de lo que el SEO te dice que hagas.

Cómo conseguir el número 1 en Google con solo tres páginas y ningún enlace

(Edición a 10 de julio, una semana después de escribir esto).

Parece que ha habido un cambio de algoritmo fuerte y Google ha desplazado del número 1 a la página en cuestión de la que hablo. No está mal como gafe cuando lo dices, así que creo que hago bien no nombrando más ejemplos. A cambio, ha subido hacia arriba las páginas de esta misma web que hablan del software, e incluso un vídeo de Youtube que aparece el primero, en vez del software en sí. Todo muy «lógico». No estoy seguro de si el cambio será fijo o temporal, si volverá a aparecer en el lugar que le corresponde, como es posible que suceda. No obstante, todo lo dicho se mantiene y funciona…

Hace algún tiempo, en Recursos para Pymes se creó un software de plan de empresa. Sirve para Mac y Windows, está basado en lo que me ha funcionado de verdad y es todo lo contrario a esos modelos que convierten al plan de negocio en un mamotreto inservible.

Con una reorientación de Recursos para Pymes en el horizonte, pensé que sería una buena idea liberar ese software gratuitamente. Ya me hubiera gustado tener algo así cuando empezaba, de modo que quizá a muchos emprendedores también les gustaría tenerlo.

Así que eso hice, sin más intención que aportar valor.

Registré un dominio, creé tres simples páginas web en formato html (que ni siquiera están optimizadas para SEO) y puse el software a disposición de todo el mundo, 100% gratis para Windows y Mac. Y ya está, sin ni siquiera pedir un email a cambio.

Apenas lo promocioné, no creé un blog para bombear contenido sobre el tema, no actualicé nada ni trabajé para conseguir enlaces. Es decir, hice todo lo contrario de lo que predica.

Durante meses y meses el sitio era invisible, obviamente. Y más cuando Google no se fía de «flamantes» iniciativas nuevas que desaparecen a los dos días, algo demasiado común.

Pero, ¿qué pasó tiempo después?

Buscas los términos software de plan de negocio o software de plan de empresa y esa web, tres páginas ni siquiera optimizadas, aparecen por encima de otro software con dinero detrás y de páginas tan poderosas como la de emprendedores.com

¿Por qué? Porque para el usuario que busca eso, la solución dada ahí es la mejor. Y ya está.

Si busca un software que le ayude para hacer su plan de negocio, la respuesta con más valor es esa. No el otro software comercial ni contenido «optimizado» sobre el tema.

Este es un ejemplo de nicho pequeño, no demasiado difícil, y no voy a negar que lo he puesto porque otros ejemplos prefiero no revelarlos (por razones obvias).

Sin embargo, la cuestión básica no cambia: Siempre que tu usuario se vaya más satisfecho de tu sitio que del resto, Google te premiará.

No lo hace por altruismo, claro, sino porque un usuario satisfecho volverá a usar Google, lo que significa que el buscador seguirá generando los inmensos ingresos que tiene.

No importa si ese sitio son tres páginas no optimizadas según los criterios de los gurús SEO. No importa que no haya contenido, blog, que no se actualice o que vaya contra sitios más antiguos y poderosos… ¿Es la mejor respuesta? Tiene las papeletas para el número 1.

Para lo que busca el usuario, se obtiene una experiencia superior y de eso se trata. Pero para que no se diga que puede ser una simple casualidad, veamos otro ejemplo real.

El olvidado arte de ser el mejor

Hace ya tiempo, a un cliente le propuse probar una pequeña estrategia SEO para subir puestos en Google. Es la primera que utilizo siempre y quería ver si funcionaba en cualquier situación.

Su sitio, como el del anterior ejemplo, también era sin enlaces, sin demasiada antigüedad o notoriedad… En definitiva, sin autoridad tal y como la entiende Google.

Estuve examinando los contenidos del sitio y decidí actuar sobre uno de ellos. Lo reescribí, sabiendo que competía con sitios más poderosos, que tenían muchos más enlaces, contenido y antigüedad.

No suelo trabajar mucho en estos temas por una razón muy sencilla: el SEO requiere más tiempo del que el 90% de los clientes están dispuestos a esperar. Muchos te dicen que sí, que entienden que esto es a largo plazo, pero cuando pasan 3 semanas y no hay ningún cambio, se empiezan a poner nerviosos.

Con este cliente, lo tomamos en modo experimento y sin promesas.

Al principio, apenas se movió, luego empezó a escalar algún puesto, ascendió hasta el quinto, hubo un baile de Google, bajó un par de posiciones, las recuperó… Y luego, comenzó la subida lenta pero imparable.

Ahora, está número 1 para un término común en ventas desde hace bastante tiempo, siendo ese contenido una de las principales fuentes de tráfico en la web de este cliente.

¿Cuál fue la magia SEO? ¿Había encontrado la fórmula de cómo conseguir el número 1 en Google y las veces exactas en las que debía repetir el término en el contenido?

Para nada. Simplemente examiné los competidores y sus contenidos y me dispuse a hacer uno infinitamente superior y más útil que el resto.

Me dispuse a dar todo el valor posible para los humanos que buscaran el término, no para Google.

Al final, Matt Cutts tiene razón y los secretos importantes se suelen esconder a la vista de todos. El principal en cuanto a SEO es este:

Optimiza para el humano y estarás optimizando para el algoritmo.

Sigue buscando la manera de batir o engañar a la máquina y estarás persiguiendo tu propia cola.

Suena anticlimático todo esto, pero la realidad es que se ha perdido el noble arte de intentar ser el mejor y dar más valor a nuestros clientes y usuarios que el resto.

El factor tiempo en el SEO

Termino incidiendo un poco en el factor tiempo.

El SEO va a ser siempre un juego con un plazo más largo que el que la mayoría está dispuesto a emplear. Google lo sabe, por eso el tiempo es la criba que pone el buscador para separar los que están en serio en esto de los que quieren el pelotazo rápido.

Dar un valor superior al de los demás + perseverar en ausencia de resultados aparentes + tiempo = Resultados

Es curioso que es exactamente la misma fórmula de cualquier iniciativa emprendedora que ha acabado teniendo algo de relevancia. Y es que todos esos éxitos «de la noche a la mañana» se han levantado sobre una enorme cantidad de meses de trabajo ingrato.

¿Cómo conseguir el número 1 en Google? Dejando de perseguir al algoritmo, recuperando la cordura y empezando a ir detrás del arte de dar lo mejor posible.

No hay otra manera, pero en este y otros temas parece que nos hayamos perdido en ese bosque que no vemos, por culpa de estar obsesionados con los árboles.

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