Cómo probar un nuevo producto correctamente

Recientemente estaba leyendo una interesante entrevista (enlace en inglés) a un emprendedor en el ámbito de Internet, Kevin Hale, uno de los creadores de Wufoo, un excelente servicio con el que uno puede crear sus propios formularios e integrarlos en su página web fácilmente (formularios que pueden servir para contactar, hacer una encuesta vía Internet, etc.)

Un extracto de la entrevista me interesó especialmente y fue cómo al principio de la iniciativa probaron su producto, para ver si realmente habían creado lo que pretendían y si iba a servir al público objetivo al que querían llegar.

La manera de hacerlo es una sencilla lección sobre cómo hacer las cosas bien.

Si uno analiza Wufoo se da cuenta enseguida de las dos principales ventajas competitivas con las que se hace un hueco en su mercado, una es el diseño (agradable y moderno) y otra es, sobre todo,

la sencillez

de manejo.

Wufoo no está hecho para informáticos, programadores o diseñadores web, está hecho para el resto de nosotros, para alguien que con un mínimo conocimiento pueda poner en su web formularios profesionales que recojan datos de manera segura y profesional. Hacer esto a la forma tradicional requiere saber de programación, de bases de datos para almacenar la información de los formularios, etc. pero con Wufoo la posibilidad se quiere extender a todo el mundo.

Y he aquí el quid de la cuestión, Kevin Hale y su socio no se conformaron con mirar su producto desde su propia perspectiva de programadores informáticos y concluir que era lo suficientemente fácil para el resto de los mortales usarlo, lo que hicieron fue coger a sus novias, que cuando comenzaron las pruebas apenas tenían idea de ordenadores, y ponerlas delante de su producto.

Si eran capaces de crear un formulario sin ayuda, el producto era adecuado, si no, se iba simplificando hasta conseguir el objetivo de que dos personas, sin idea de informática, pudieran sacar provecho.

Normalmente pedirle opinión a amigos, familia y conocidos sobre un producto es una estrategia desastrosa (porque de una manera u otra nunca darán su opinión sincera) pero en este caso es la excepción que confirma la regla porque las novias de los emprendedores eran un perfecto modelo de cliente objetivo.

Si ellas podían usarlo sin dificultad, los posibles clientes podrían también, y cuando uno compite con una ventaja competitiva como la sencillez en el caso de Wufoo, la táctica de las novias es sencilla y efectiva.

La cuestión es, es fundamental conocer la opinión de los clientes, es algo en lo que se insiste a menudo en "Cómo Conseguir Clientes", pero algo tan vital como eso se suele obviar a menudo.

Sí, se suele decir que hay que ver con los ojos del cliente y todo eso, pero luego en la práctica (que es lo que cuenta) no se hace nada para aplicarlo. Lo que se suele hacer es que se decide si el producto es bueno o no (o sencillo, o atractivo, etc.) desde la opinión de aquellos que lo han fabricado y no de quienes lo van a usar y normalmente esas opiniones estarán sesgadas. Muy sesgadas.

Me imagino que Hale y su socio se morderían más de una vez la lengua cuando sus chicas dijeran que cierta parte que a ellos les llenaba de orgullo no sabían cómo usarla o para qué servía, y probablemente tuvieron que modificarla a regañadientes porque les habría costado días de trabajo y al final les había parecido que les había quedado perfecto, pero hay dos opciones, dejarse llevar por lo que uno piensa y estrellarse o hacerle caso a los clientes y evitar el desastre.

Cuando uno está inmerso en la creación de algo, ha pasado noches sin dormir y pone sus esperanzas profesionales en ello, entonces se convierte en el peor juez del mundo a la hora de valorar su producto.

Para todas las madres sus hijos son los más guapos, educados y listos, aunque luego sean pequeños demonios insoportables que no se están quietos nunca.

Wufoo es una iniciativa que está teniendo éxito y no éxito a la manera de las iniciativas de Internet del año 2.000 sino éxito en forma de ingresos y de una iniciativa empresarial muy joven pero que se asienta y es así porque se ponen en la piel de su cliente y no piensan que lo suyo es lo mejor por simple amor de madre.

Scroll al inicio