Tácticas radicales: trabajar duro y descansar más duro aún

Foto: Claudio Gennari

Hace poco comentaba en Twitter que la táctica radical de la semana era trabajar duro y descansar más duro aún.

Con las fechas finales para terminar unos cuantos proyectos siento ahora, como cualquier emprendedor, el aliento en el cuello y la presión por terminar. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que no respetar el merecido descanso no funciona. Es como entrenar todo el rato, hacer unas cuantas flexiones más y no entender que el músculo se genera en los periodos de descanso, y que si no tienes suficientes, no obtienes resultados.

Como emprendedores además solemos robarle horas y horas al sueño y el ocio, yo el primero. Pero con el tiempo te das cuenta de que al final la cabeza no hace más que bullir y no desconectar nunca, de manera que cuando estás con la familia o simplemente disfrutando de unos momentos para ti mismo aparece la sensación de «descanso culpable», de estar con el cuerpo en el sillón y la mente en el trabajo.

Eso no produce más que frustración, porque sientes que no avanzas y tampoco descansas, lo que revierte además en que empezarás a trabajar otra vez agotado.

No es un secreto que mi objetivo como emprendedor es obtener un modo de vida, no una pila de dinero en el banco, pero cuando tienes que hacer sobrevivir una pequeña iniciativa lo cierto es que es tan exigente como un niño pequeño. Lo malo es que cuando te das cuenta, el tiempo pasa y ese modo de vida en mi caso no se cumple del todo.

Por eso hace bastante tiempo me planteé aprender y practicar con los mejores en cuanto a productividad, quería tener horas de trabajo de calidad en algo que me gustaba y también tiempo para mis otros proyectos sin tener la mente en Recursos Para Pymes.

Y en vez de aprender cómo exprimir más los minutos forzando las máquinas, aprendí la importancia de los descansos, de estar 100% en el trabajo cuando toca y desconectar 100% en los periodos que no toca. Sin ceder a las tentaciones de saltarse esos descansos o dedicarlos a tareas ligeras.

Yo era el primer incrédulo pero me convertí, porque FUNCIONA, y mucho.

Así que en esta época donde los objetivos aprietan, es más necesaria que nunca esta táctica radical y de veras recomiendo que practique lo de descansar fuerte, descansar al 100% y practicar la rara habilidad de tener el cuerpo y la mente centrados en la misma cosa, en este caso, ocio y descanso.

Este es el mundo real, los últimos días de terminar los proyectos tocará trasnochar o apagar fuegos, 🙂 es lo normal y estoy seguro de que sabe de qué hablo, pero también he descubierto que al final las cosas son así en los últimos momentos, trabajes lo que trabajes y descanses lo que descanses, por alguna extraña razón nunca es de otra manera, de modo que nadie me va a quitar las próximas horas para mí mismo, ni la disciplina de aplicar rigurosamente los tiempos de desconexión estos días.

Si lo practica, usted también se volverá un creyente, y sobre todo se sorprenderá de la capacidad de trabajo que obtendrá una vez haya desterrado ese «ocio culpable» que seguramente le es familiar.

3 comentarios en “Tácticas radicales: trabajar duro y descansar más duro aún”

  1. Lo que comentas lo llevo haciendo desde no hace mucho ( un par de meses ).

    Parece mentira, pero es que respetar esa disciplina de saber cuando hay que desconectar es «vital» para no «quemarse» a lo largo de nuestra trayectoria como emprendedores.

    Tan importante es saber cuando hay que trabajar y cuando hay que descansar o desconectar.

    Ahora mismo incluso tengo un reloj con alarma para recordarmelo a diario , a partir de las nueve de la noche ya me está avisando y yo respetando lo que me quiere decir. De nada sirve seguir más horas fuera del horario, ( esto no quiere decir que no podamos hacer una excepción ), creo que es más importante saber exprimir mejor el tiempo cuando nos toca trabajar y no perder el tiempo en cosas no productivas y luego querer recuperar.

    También hay gente que estar hechando más horas es trabajar más y sacar más al negocio…para mí eso no es válido, si es cierto que hay casos puntuales, pero tenemos que saber cuando sí, y cuando no.

    No se si me equivoco, pero lo que estoy haciendo hasta ahora mismo es de lo mejor que me está pasando…

    Cuando se está cenando, se está cenando, cuando estamos con la familia, se está con la familia, cuando toca con los amigos, pues con los amigos, y así con todo, y cuando se está trabajando, pues eso, a trabajar.

    Saludos!!

  2. La verdad es que yo ultimamente estoy descansando duro, duro, duro. A las 11 ya he terminado mi faena, que hoy por hoy consiste en llamar a mis antiguos clientes, mis proveedores, con el panadero, y con el frutero, buzoneo un rato, me voy a otro pueblo y pego carteles, buzoneo otro rato, y miro mi telefono, del mismo modo que él me mira a mí. Con la pantalla a oscuras.

  3. A Agustín Malaspina: Muchas gracias por interesarte por mi caso, siento haber visto el comentario un poco tarde.
    Si bien es cierto que ya hace un par de años me introduje por esa vía, donde me encuentro está relativamente lejos de cualquier punto administrativo, o de oficinas centralizado, por lo que optan por no pagar desplazamientos, ya me entiendes. Por otro lado lo intenté también en grandes comercios, y la palabra es, abuso. Muchas han pasado de tener gente en nómina, que hacían muy poquito, a buscar fuera por muy poquito, y con plazos de pago que se pierden en el horizonte.

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