Las infografías: Un tipo de marketing de contenido valioso e infrautilizado

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El Marketing de Contenido se basa en generar información útil para aquellos que pretendemos que nos compren, y exponerla en nuestro sitio web.

Si dicho contenido es de calidad, atraerá la atención de buscadores, será enlazado por otras webs, nos otorgará autoridad en la materia que trate nuestra página y, en general, nos resultará un buen método de atracción de clientes potenciales.

No me importa a lo que se dedique, creo que el Marketing de Contenido ha sido, es y será la estrategia de Marketing más importante para una iniciativa en Internet. En mi caso y en el caso de otras iniciativas con las que he trabajado siempre ha sido así y, de hecho, es una excelente estrategia aunque nuestra empresa no se dedique, exclusivamente, al ámbito online.

El hecho de que podamos mostrar esa autoridad y el contenido pueda pre-vender nuestros productos y servicios, hacen de esta una estrategia ineludible.

Y por supuesto, están las implicaciones de cara a la optimización en buscadores (o SEO), porque una cosa es clara, Google no va a subir a lo más alto a webs que no tienen contenido, no responden a inquietudes que los usuarios buscan y no dan información actualizada.

Las formas básicas del marketing de contenido

Habitualmente, las formas que toma el marketing de contenido son dos:

  • Artículos escritos.
  • Vídeo.

Sobre todo el vídeo ha tenido un ascenso meteórico como medio de consumo y, de hecho, muchas iniciativas de Internet están basando todo su contenido principal en dicho vídeo. Igualmente, de cara a resultados de búsqueda, podemos ver cómo vídeos bien producidos y con buena información aparecen en los primeros puestos de los buscadores.

Sin embargo, hay un tipo de contenido que puede reunir lo mejor de esos dos mundos (el del contenido escrito y la faceta visual y atractiva de las imágenes y el vídeo) y que es sistemáticamente infrautilizado.

Se trata de las infografías. Es decir, de imágenes que explican un tema de modo visual y resumido, haciendo uso de gráficos, iconos, imágenes, números y texto. Vea este ejemplo de Daniel Zeevi:

infografia de daniel zeevi
infografia de daniel zeevi

Las infografías son sobre todo visuales y tratan de transmitir algo muy rápidamente y al primer impacto. Eso da una ventaja fundamental: se adaptan mejor que el puro texto a la forma en la que se consume el contenido en la red.

No son nuevas noticias el hecho de que, en Internet, el consumo de contenido no es el mismo que cuando se está leyendo un libro en papel. El usuario no suele leer, sino escanear, echando un vistazo, leyendo en diagonal, parándose en los puntos clave que llaman su atención, volviendo atrás si es que algo le ha despertado un interés.

La lectura lineal, poniendo un párrafo detrás de otro, es muy escasa. Por eso las infografías permiten adaptarse a esa manera de consumir contenido, pues he aquí la clave principal:

No importa lo bueno que sea el contenido, ha de consumirse para que tenga ese efecto de persuasión que deseamos que tenga.

De nada me sirve la mejor información del mundo si nadie la lee, si la presento como un enorme artículo de párrafos interminables y quizá con una fuente pequeña e inadecuada. Y afrontémoslo, el usuario de la red quiere el meollo de la información rápidamente, especialmente en los primeros momentos de contacto con nosotros, cuando aún no nos conoce demasiado.

Así que, o se la damos pronto o se irá, y las infografías nos sirven para conseguir eso, para transmitir gran cantidad de información en poco tiempo y de modo ameno.

Además, son más fáciles de compartir y que se extiendan viralmente, debido a ese mismo hecho de que el consumo es rápido, fácil y atractivo.

No es necesario ser un artista para crearlas

La cuestión es, muchos de los que leen esto piensan que sí, que tienen razón, que una infografía puede ser un aderezo para nuestro contenido habitual. Pero al parecer hace falta cierta inclinación artística o, al menos, cierto uso del Photoshop u otras herramientas similares de diseño gráfico.

Nada más lejos de la realidad, de hecho, hay multitud de webs que nos permiten hacer nuestras propias infografías fácil y rápidamente, de manera gratuita en la mayoría de los casos. He aquí un recopilatorio de las 10 mejores herramientas para crear infografías por nosotros mismos.

Inspirándonos en buenos ejemplos, haciendo un boceto con papel y bolígrafo, y tomándonos unos minutos para saber cómo funcionan esas herramientas, en realidad es muy sencillo y no hace falta que seamos artistas o tengamos enormes conocimientos de diseño gráfico.

Realmente no hay excusa. Si queremos aderezar y complementar nuestro marketing de contenido, podemos tener en cuenta las infografías. En verdad recogen lo mejor de los dos mundos.

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