Las 3 cosas que digo a todo emprendedor que empieza

No hace mucho una conocida me planteaba la posibilidad de empezar un nuevo negocio. Tenía experiencia en el ámbito de la joyería y las ventas y, si los préstamos acompañaban, estaba pensando en abrir una propia.

Cada cierto tiempo se me plantean estos casos y esos casos me plantean preguntas a mí. Así que con los años he refinado y destilado lo más importante cuando me preguntan que qué deben saber de antemano a la hora de emprender.

La verdad es que son demasiadas cosas, me podría pasar días hablando del tema y no abarcaría todo, pero por experiencia, siempre comento tres cosas, sin importar el tipo de actividad. Estas cosas, que son las que dije:

  1. Ten bien atado el dinero, especialmente la tesorería necesaria para atravesar el desierto sin clientes del primer año.
  2. Prepárate a vender tu empresa dentro y fuera del local. Si no llevas su nombre ante ojos interesados, no sabrán que existes, y ese es el primer paso necesario para tener ventas.
  3. Delega. No te líes con aquello con lo que no eres experta. Contrata una asesoría en Cáceres que sea fiable y deja esas cosas en manos de alguien que sepa lo que hace.

1. El tema del dinero

Nadie quiere verlo ni hablarlo mucho. Cuando esta chica estaba comentando sobre préstamos, estaba haciendo cuentas para invertir en el local, stock inicial, permisos, reformas, etc. Pero ahí no acaba la cosa, es necesario estirar más el dinero y tener una tesorería que nos permita sobrevivir un primer año (al menos) en el que no va a venir nadie o casi nadie.

La mayoría de empresas cierra en ese primer año, es una estadística que nos negamos a considerar cuando hablamos de emprender, porque si lo hiciéramos, veríamos que nos estamos metiendo en un juego con muchas más posibilidades de derrota que de victoria.

La gran mayoría de empresas cierra por un motivo fundamental: falta de ventas. Para obtener esas ventas es necesario estar cada día haciendo marketing y promoción, no hay otra manera, pero de eso hablaremos en el siguiente punto.

En éste, lo importante es tener en cuenta que partimos de cero, que hay que poner en marcha una cosa que está parada y que esa inercia va a hacer difícil que alcancemos una buena “velocidad de crucero” durante los primeros tiempos. Eso significa que vamos a tener que disponer de un dinero contante y sonante para cubrir que es lo normal no conseguir demasiados clientes al principio. Es una horrible travesía del desierto en la que cae la mayoría de nuevas empresas, sin importar que el emprendedor sea muy bueno o trabaje duro.

Cuando no hay dinero, no hay margen de maniobra y sí muchos nervios. Lo principal es que esta chica no se olvidara de eso, porque muchos emprendedores, o no caen, o no quieren verlo, pero la vida de una empresa es así. No podemos esperar que al principio, siendo un bebé, tenga la capacidad y la fuerza de una empresa madura.

2. El tema del Marketing

Cualquiera que crea hoy día que fabricando algo decente, o abriendo una buena tienda, basta para que la gente venga y compre, no ha entendido que esos tiempos pasaron hace ya mucho.

La realidad es que hay demasiada competencia en todo y demasiado ruido en el ambiente. Como no nos promocionemos, ese ruido nos ahogará, nos quedaremos hundidos en él, incapaces de ser vistos.

Ahora, intuitivamente muchos emprendedores entienden esto, igual que entienden el tema del dinero. De lo que no son conscientes es de que, al igual que antes, el esfuerzo que hay que hacer es mucho mayor del que se piensan.

Si creen que con cuatro folletos y/o un anuncio por ahí, hordas de gente van a agolparse en la puerta, viven de nuevo en una realidad paralela a aquella en la que van a tener que competir.

De nuevo el problema no es que no sepan que esto es así, es que sistemáticamente se subestima el esfuerzo necesario, como se subestima el dinero necesario.

3. Delega. Rodéate de expertos para lo que no sabes

Nuestra misión es dedicarnos la mayor parte del tiempo al producto y al Marketing. Mejorar el uno y el otro, constantemente.

Y para eso, uno no puede estar pendiente de las cosas informáticas de la web si no sabe, o de los plazos de Hacienda con impuestos cada vez más complejos y sistemas cambiantes (España, por desgracia, es experta en eso, otra traba más para el pequeño emprendedor). Por eso, cuando esta amiga empezó con las dudas fiscales, de permisos, altas, etc, le dije que se buscara una buena asesoría fiscal en Badajoz y no se lo pensara dos veces, iba a ser el dinero mejor invertido.

Muchos emprendedores son buenos profesionales en lo suyo, pero sin muchas nociones de empresa y economía. Por eso siempre intento explicar el coste de oportunidad, es decir, el coste de no estar intentando vender, trabajar para un cliente o mejorar el producto, por estar dedicado a cosas que no van a traer una sola venta, como el mantenimiento informático o los tratos con Hacienda y la Seguridad Social.

Cuando empiezan a computar cuánto podrían cobrar a un cliente por todas esas horas empleadas en esas actividades que han de delegar, comprenden que están perdiendo mucho más dinero del que un experto les cobraría.

Y es que es así, mi gran problema siempre fue delegar y he visto estos años que no estoy solo en eso. Pero tiene solución sencilla: Busca un experto de confianza y déjalo en sus manos.

Además de que tiene todo el sentido económico, la paz de mente que se gana tiene un valor incalculable.

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