El rasgo de carácter que sí predice el éxito según los estudios (y no es el que parece)

Nos han llenado la cabeza con muchas cosas que no son verdad. Entre ellas, encontramos muchos mitos sobre qué hace falta para «triunfar» como emprendedor. Muchos de esos mitos intenté desterrarlos en el libro Cómo empezar un negocio, sin embargo, algunos es que se niegan a morir.

Por eso hoy me gustaría ahondar un poco más en todo ello y mostrar lo que, mirando números y estudios objetivos, parece ser el factor clave a la hora de tener éxito y lograr las metas en un negocio. Y no sólo en un negocio, sino en temas personales, de salud y cualquier ámbito importante.

Se suele atribuir demasiado mérito a la inteligencia, el talento o los medios de que disponemos a la hora de desentrañar por qué se tiene éxito, cuando en realidad, es otro factor, con mucho menos «glamour», el que surge en todas las investigaciones.

La resistencia mental

Al final, la capacidad de resistir ante la adversidad, como el maratoniano que aprieta los dientes, es lo que más contribuye a conseguir las metas a más largo plazo en el ámbito que nos propongamos.

Hay un famoso estudio de la academia militar de West Point, la más prestigiosa del mundo, donde analizaron a más de 2.000 cadetes y sus logros (calificaciones, exámenes, posiciones que alcanzaban, desempeño…) y los mejores no presentaban una fuerza o inteligencia superior, sino una resistencia, una perseverancia y pasión para alcanzar las metas a largo plazo. Eso implicaba ser capaces de llegar hasta el lugar donde el resto abandonaba, y seguir adelante. Ese era el gran factor diferenciador.

Lo mismo ocurre cuando examinas graduados de las mejores universidades u otros ámbitos. Para prácticamente cualquier logro, cuando comparas dos personas (incluso con diferentes niveles de educación u otras características) es la capacidad de resistir y perseverar la que predice mucho mejor el éxito que cualquier otro rasgo.

Por qué esto no se dice

Pues por lo mismo que no se dicen muchas otras cosas, porque en esta vida todo es una venta, y la capacidad de resistir y apretar los dientes no es demasiado atractiva. Exige esfuerzo, ensuciarse un poco, pasar días malos. Es mucho mejor venderte que depende del carisma, los recursos, la inteligencia, etc.

Pero no es así, y eso es una buena noticia, porque la resistencia mental es una habilidad que puede cultivarse y crecer. El talento es un mito, la perseverancia no.

Qué define a alguien perseverante

Aquellos que tienen una resistencia mental por encima de la media son:

  • Más consistentes que los demás. No pierden un entrenamiento, no fallan en trabajos ni fechas de entrega.
  • Tienen una meta clara por la que trabajan cada día. Saben cuál es y no dejan que cosas a corto plazo (malas o buenas) les desvíen de ahí.
  • Tienen una rutina de trabajo y la cumplen cada día.

Porque la clave para desarrollar esa resistencia es seguir una rutina, hasta que lo que haces se convierte en un hábito. Y una vez tenemos la actividad integrada como un hábito, la hacemos cada día de la misma manera que nos cepillamos los dientes. De hecho, podemos comprobar si algo se ha convertido en un hábito cuando nos «duele» no hacerlo, sentimos esa inquietud extraña, ese remordimiento de conciencia. Si lo percibimos, es que hemos conseguido integrarlo.

El hábito hace al éxito

Olvídese de la motivación, la clave para trabajar en algo cada día es la que hemos visto, instaurarlo como rutina y, cuando haya repetido suficiente dicha rutina, en que se convierta en un hábito.

Hay un mito por ahí de que cuesta 21 días generar un hábito. No es cierto, cuando se analizó objetivamente se vio que cuesta más. El tiempo es muy variable según la persona, pero en general y, como mínimo, costará seis semanas en el mejor de los casos, varios meses normalmente.

La cuestión es, si se pone una meta, define qué sería necesario hacer para esa meta y guarda las dos primeras horas del día para trabajar en eso y no otra cosa, antes de que se dé cuenta habrá avanzado mucho más que si fuera la persona con más inteligencia y talento de la historia.

No es la cosa más bonita, pero la resistencia mental es la más efectiva. Cuando los demás estén en el punto de abandono, dé otro paso. Es lo que se ha demostrado que funciona.

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