Cómo conseguir poder dentro de un grupo, organización o empresa (Parte 2)

como conseguir poder

Hoy continuamos con el fascinante tema del que hablábamos esta semana: el poder. Y especialmente, el poder dentro de las organizaciones. Cómo funciona, de qué depende, etc.

Recapitulando lo que vimos en el anterior material:

  • Ser el que más resultados obtiene dentro de una organización (es decir, trabajar bien) no es garantía de poder ni de ascenso dentro de dicha organización.
  • El 50% del poder real no es explicado por el organigrama. Es decir, es informal.
  • El poder depende de las relaciones y las redes que establezcamos. Recordemos lo de: «Solo no puedes, con amigos, sí».
  • Las redes abiertas proporcionan más poder que las redes cerradas (los detalles sobre redes abiertas y cerradas están en el primer material).
  • Hay tres reglas básicas respecto al poder, estas tienen que ver con: expansión, asimetría y desarrollo correcto.

Sentadas esas bases, hoy vamos a ver qué «moneda de cambio», o qué cosas podemos usar e intercambiar para obtener poder dentro de un grupo u organización.

Son de cuatro tipos esencialmente y son estas.

Lo que podemos usar para ganar y conseguir poder en un grupo

Aunque no lo crea ,porque a lo mejor está muy abajo en la jerarquía formal o informal de un grupo, siempre hay cosas que podemos tener y ofrecer al grupo y sus miembros, a fin de ganar poder e influencia.

  • Aspectos relacionados con la tarea y el trabajo: es decir, recursos y cooperación. En una organización o grupo profesional, este es la «moneda de cambio» más sencilla y directa. Ofrecer recursos y ayuda a otros con sus tareas y trabajo, nos ayuda a obtener poder.
  • Relacionados con las relaciones: parece un juego de palabras, pero no lo es. Podemos ofrecer a otros aceptación, inclusión en grupos propios, apoyo personal y comprensión. Aunque no tenga que ver con el trabajo en sí, son elementos personales y emocionales muy poderosos. Esa gente que «da coba» a los de arriba ofrece muchas veces esta clase de «moneda de cambio», ganando el favor de los que ostentan el poder real en un grupo.
  • Relacionados con la posición: esto implica hacer avanzar la posición en el grupo a otros, cuando estamos en disposición de hacerlo. Darles visibilidad, reputación y capital social, presentándolos a otros contactos.
  • Relacionados con la persona en sí: proporcionando aprendizaje, enseñanza y crecimiento. Ayudarles con el concepto que tienen de sí mismos, reforzándolo sobre todo.

Como vemos, hay dos monedas de cambio «tangibles» como son las relacionadas con la tarea y la posición, y dos más «intangibles», que tienen que ver con las relaciones y la persona en sí.

Es un error creer que sólo las tangibles importan o son las valiosas en un grupo profesional. Somos humanos y por tanto muy pocas empresas están orientadas solamente a resultados, sino también a política y relaciones.

Si sólo nos fijamos en las dos monedas tangibles, es posible que nos ocurra como a Óscar y Eustaquio, ¿los recuerda de la primera parte? Excelentes en lo suyo, pero despreciaban los aspectos intangibles y ya sabemos cómo acabó su historia, una historia que estoy seguro de que ha visto más de una vez.

La clave de todo esto

La clave principal para el uso correcto de estos elementos es la misma que en el caso de cualquier intento de persuasión: ser genuinos.

Si se fija, las monedas de cambio son en realidad aspectos naturales de una buena relación con otra persona. De manera instintiva, a los amigos y familiares que apreciamos, les querremos dar esas monedas y las recibiremos a cambio, de manera habitual y constante.

Pues bien, lo que ocurre es que, como «efecto colateral», dar eso proporciona poder sobre aquel a quien se lo damos. Pero repito, la clave es ser genuinos, es decir, preocuparnos de verdad por el grupo.

Si no es así, lo que estamos haciendo es planificar esas monedas de cambio como si fueran moneda de verdad. Básicamente, eso es lo que hace un psicópata.

Habrá oído alguna vez sobre esos estudios que revelan que muchas posiciones de poder (políticas y en empresas) son ostentadas por personas con un perfil de psicópata. Lo que hacen para ello es que conocen estos aspectos que estamos tratando y los utilizan estratégicamente, simulando que son genuinos.

Además de eso, al ser psicópatas, no les importa pisotear o empujar al que se interpone, sea amigo o no, en momentos muy determinados de asalto al poder dentro de una organización.

La realidad es que, como bien dicen los estudios, es un testimonio de que todo esto funciona, pero lo hace mucho mejor si somos genuinos.

Francamente, y en lo personal, ya no entiendo bien qué hace alguien «perdiendo su tiempo» metido en grupos y empresas que aborrece, pero puedo comprender que, por razones económicas o personales, se haya de pasar por esas etapas (yo mismo he pasado no pocas veces). La realidad es que cuando uno juega al poder con esos grupos, al final hace un poco el juego del psicópata, pero no es rentable a medio plazo, al final importa ser genuino.

Sin embargo, y hecha la advertencia, como bien me enseñó un mentor, esto es el mundo real y dista mucho de ser una situación perfecta, así que en ocasiones: «Hay que fingir». No queda bien decirlo, pero es la realidad, nadie está libre de pecado y a veces es lo que hay que hacer en momentos determinados para asegurar la posición o supervivencia en un grupo u organización.

Bonus: Cómo ser la persona más influyente

Ese mismo mentor también me enseñó la clave que mejor le había funcionado para ser la persona más influyente en los grupos y organizaciones por las que había pasado (y había pasado por unas cuantas importantes, créanme).

No subestime este consejo aunque suene un poco extraño o de «autoayuda», porque realmente es bueno.

Si quieres ser el más influyente en un grupo, sé ese que energiza al grupo.

¿Y cómo hacerlo? Pues sus pautas prácticas eran estas:

  • Desarrolle relaciones en sus interacciones del día a día. No se quede sólo en la interacción básica, vaya más allá y genere vínculos.
  • Muestre preocupación genuina por los otros y sus asuntos. ¿Cree que esto es una perogrullada? Dedique un par de días a ver quién muestra ese interés, quién se acuerda y pregunta sobre las cosas que no tienen que ver con ellos mismos y ya está. Ya le anticipo que la respuesta es: prácticamente nadie. Así que nosotros hemos de ser ese.
  • Conecta a unas personas con otras más allá de sus roles en el trabajo.
  • Cuando hable de trabajo, céntrese en las posibilidades de una situación, no sólo en limitaciones y problemas.
  • En las reuniones, tenga un nivel elevado de lenguaje corporal y escucha.

Y recuerde, sea genuino. Entienda esto, úselo y vea cómo crece su poder en cualquier grupo.

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