Marketing sin dinero (4). Las dos trampas más frecuentes

Cuando empecé mi presupuesto de Marketing era cero y por eso tuve que ingeniármelas con el tema, pero con este material sobre Marketing sin dinero no estoy abogando por ser unos avaros en el tema del Marketing.

Al contrario.

Es obvio que el 90% de las empresas serias obtienen clientes porque invierten una enormidad de recursos en Marketing (piense en Apple o Coca-Cola) y su numerosa fuerza comercial se pasa el día generando interesados y visitando clientes.

De hecho empeñarse en un Marketing con presupuesto cero o muy barato puede hacernos caer en ciertas trampas que tenemos que evitar a toda costa.

Trampa 1.- La mentalidad tacaña.

Es la trampa más peligrosa y está basada en querer conseguir cosas a cambio de no poner casi nada en el asador.

Esa mentalidad lleva a unas buenas dosis de frustración. El Marketing es riesgo, como lo es en general tener una empresa. Habrá cosas que funcionen y, la mayoría, no lo harán.

Esta es una verdad difícil de afrontar, pero es muy importante entenderla.

Por ejemplo, algunas buenas campañas de Marketing, consideradas exitosas, tienen una efectividad del 5%, eso significa que el 5% de personas que han entrado en contacto con la campaña han acabado siendo clientes.

E, insisto, eso se considera un éxito. Sin embargo, si lo miramos bien, eso también significa que la enorme mayoría de personas, noventa y cinco de cada cien en concreto, “nos han dicho que no”.

Es muy fácil caer en la trampa de que unos cuantos “noes” significan un fracaso en Marketing.

Por eso es importante adquirir esta perspectiva amplia y conocer de verdad cómo funcionan las cosas, porque muchos emprendedores empiezan con ilusión, hacen unas cuantas llamadas y como sólo obtienen “noes”, se desaniman pronto.

El Marketing es un juego de números y hay que entender que la mayoría de esfuerzos no van a lograr su fruto deseado. Sabiendo eso, nuestra misión es empezar a poner los números a nuestro favor.

Igualmente, sabiendo eso, las grandes empresas se esfuerzan por poner recursos y dinero, porque saben que necesitan llegar a muchos interesados para poder sacar de ahí unos pocos clientes.

La mentalidad tacaña es creer que sin invertir nada, vamos a tener todo, o mucho. Y es una ilusión. Hay que invertir bastante para acabar consiguiendo suficientes clientes que compensen dicha inversión.

Cuando no tenemos dinero, vamos a tener que invertir otras cosas, como por ejemplo, esfuerzo. Vamos a tener que ser nosotros los que llamemos personalmente, los que hagamos esas visitas, los que diseñemos esas campañas, ya que no podemos permitirnos (aún) que alguien lo haga por nosotros.

Abramos la perspectiva, veamos esto desde una distancia que nos permita apreciar todo el campo de juego y lo que pasa en él. Veamos cómo lo hacen los grandes a los que las cosas le funcionan.

Ellos no son tacaños con su Marketing, saben que sin él no van a vender nada y saben que tienen que emplear un gran esfuerzo para llegar a suficiente gente.

Muchos de los que buscan realizar un Marketing sin presupuesto vienen con esa mentalidad instalada y es una trampa.

Y lo que es peor, esa trampa lleva a otra trampa.

Trampa 2.- Ver el Marketing como un gasto.

Muchos emprendedores creen que el marketing es un gasto que hay que minimizar. El marketing NO ES UN GASTO, es una inversión. Es decir, es emplear dinero y recursos con la intención de conseguir en el futuro más de lo que has empleado en el presente.

Y como toda inversión, el resultado es incierto y puede fallar.

El Marketing es lo que sirve para generar clientes. Si ante los primeros signos de crisis reducimos la inversión en Marketing entonces estamos quejándonos de que la cosecha es peor y ponemos como solución la locura de plantar menos semillas.

Si el Marketing no funciona la cuestión es poner más atención en qué está pasando, detectar las piezas que son rentables y modificar por ahí, no reducirlo.

Personalmente me he encontrado con emprendedores que me preguntan sobre Marketing sin dinero o estrategias que pueden emplear sin tener un presupuesto y no voy a negar que muchos de ellos caen en esas dos trampas.

El principal valor práctico de todo esto, es conocer el terreno que pisamos, para que nosotros no caigamos en esos agujeros de los que es difícil salir.

Resumiendo.

  • El Marketing nunca es un gasto, es una inversión, se trata de poner ahora con la esperanza de obtener algo en el futuro.
  • Como toda inversión implica riesgo y un resultado futuro incierto.
  • Si el Marketing no funciona, no hay que quitarlo, hay que ver exactamente qué falla y corregir.
Scroll al inicio