Lo más importante que he aprendido sobre los negocios y la empresa

De un tiempo a esta parte soy muy pragmático en cuanto a los negocios. Aunque sigues manteniendo la ilusión y te nace ese calor dentro, que te remueve para hacer realidad ideas y proyectos, también es cierto que mucho del romanticismo se pierde por el camino. Y eso está bien, porque ya no te engañas con ciertas cosas que sonaban muy bonitas, has aprendido cómo funciona todo y al final haces las paces con eso.

El mundo de empezar algo propio es como es, muchas veces injusto y cruel, pero sigue mereciendo la pena (y mucho) si consigues crear algo de la nada.

Así que, como ser veterano es incompatible con un aura romántica, cuando me preguntan qué es lo más importante que he aprendido en todo este tiempo, mis respuestas son:

1) Contactos.

2) Dinero.

Y cuando me dicen qué es lo más importante que no sea un factor externo al emprendedor, entonces digo:

3) Resistencia.

La capacidad de apretar los dientes y aguantar

Lo más importante que he aprendido aparte de tener contactos y tener dinero es la capacidad de tener aguante. Es decir, de resistir. En Cómo empezar un negocio hago mucho hincapié en que toda iniciativa nueva debe colocarse en una posición fuerte monetariamente, o al menos huir de posiciones demasiado frágiles, donde la tesorería va a ser escasa. Si nos vemos en esas situaciones, entonces tenemos que encontrar la manera de conseguir más dinero u obtener más flujo de caja antes de empezar.

El talento, las ideas geniales, la ilusión y la pasión están bien, pero no son, ni de lejos, suficientes. Tener un negocio es una maratón, si un emprendedor cree que va a empezar, correr y alcanzar la meta rápidamente, se está equivocando de sitio. Y como tener un negocio es una maratón, y además una maratón que no termina, la cualidad más importante es la misma que en esa clase de competiciones: la resistencia. O la ultra-resistencia que dicen algunos. Recuerde esto, no hay meta, sólo camino.

Por qué la resistencia es lo más importante

Yo no sé si usted va alcanzar el éxito con su negocio, o si va a tener etapas de superventas, pero sí sé una cosa: se va a enfrentar a muchos desafíos. Eso es algo inevitable, incluso teniendo mucho dinero y muchos contactos. En esos momentos de ventisca, la resistencia hasta que salgamos, la capacidad de apretar los dientes y dar otro paso, es lo único que, quizá, pueda salvarle.

Esas etapas, las crisis y los desafíos, son algo inevitable. Las ventas no van a ser las esperadas, va a haber un fallo en la producción, el día del lanzamiento algo sale mal… Esas son constantes en el mundo de la empresa y la resistencia es lo único que nos mantendrá a flote.

La buena noticia

La buena noticia es que la resistencia puede ser cultivada, es una habilidad personal. Además de eso uno puede construirla en su empresa, estructurarla para que sea más resistente.

En lo personal, si uno aguanta suficiente tiempo, el músculo de la resistencia crece y se hacer fuerte. Sin embargo, es cierto que lo personal es algo tan dispar en cada uno, que no me atrevería a dar consejos psicológicos o que parecieran rayar la autoayuda, prefiero centrarme aquí en cómo hacer resistente a la empresa

Cómo hacer resistente a su empresa trabajando dos frentes principales

Hay dos aspectos fundamentales que se pueden trabajar para hacer su empresa más resistente.

1) La tesorería

El primero de ellos es el dinero. Que no le vendan otra cosa, sin dinero su empresa no es nada. Si no tiene capacidad de generar ingresos y no tiene liquidez a final de mes, la empresa no vale nada y tarde o temprano cerrará.

Este es el mundo real y por eso insisto mucho en que la tesorería debe tener un flujo de caja positivo cada mes. Es decir, que siempre haya dinero contante y sonante en dicha caja.

En cuanto no lo hay, todo se viene abajo. Ya no podrá pensar a largo plazo, sólo se ocupará de apagar fuegos para pagar sueldos o proveedores y agonizará en esa angustia hasta que tarde o temprano cierre.

Si tenemos una tesorería saneada tenemos lo más importante: tiempo y margen de maniobra para actuar. Con eso llevaremos a cabo planes a largo plazo, nuevos productos, campañas… Y tendremos tiempo de reaccionar ante imprevistos (que siempre habrá).

En la práctica, esto se gestiona y se hace fuerte con un férreo control de la caja a través de un presupuesto de tesorería. Si usted o la persona encargada de finanzas, no tiene a mano siempre dicho presupuesto y lo trabaja y modifica en cuanto a previsiones y cifras reales, está corriendo un riesgo innecesario.

La otra parte es acceso al dinero. La manera más deseable de obtenerlo es mediante ventas que se cobran, obviamente. La segunda es mediante aportaciones de socios y la tercera es mediante deuda. Es decir, pidiendo prestado, bien a través de líneas de crédito para tener liquidez o de préstamos convencionales.

La cuestión es, la rienda del dinero debe estar bien cogida y sujeta. En el momento en que no sea así, está debilitando la resistencia de su empresa y no le extrañe que se desboque.

2) Los planes de contingencia

Otro aspecto que puede hacer más resistente a nuestra empresa son los planes de contingencia. Es decir, los planes que tenemos dispuestos en caso de que algo salga mal.

Nadie quiere pensar en esas cosas, pero es una realidad que se falla más que se acierta en casi todo lo que haces en la vida. El mundo de los negocios no es una excepción. Sin embargo, no queremos pararnos a pensar en qué pasaría si algo no sale bien, le tenemos una aversión injustificada. Creo que es un fruto más de ese error de pensar siempre de manera optimista, casi supersticiosa, como si dedicar tiempo a pensar en si algo sale mal pudiera atraer la mala suerte.

¿Cuál es su plan si la empresa no sale bien? ¿Qué va a hacer si la próxima campaña no da los resultados esperados? ¿Cuáles son los pasos a dar si no funciona el nuevo producto?

Si no tiene respuesta clara a esas preguntas, está debilitando de nuevo la resistencia de su empresa.

No nos engañemos, las empresas que resisten son las que no desaparecen. Microsoft, Apple o Nintendo tienen tanta tesorería que se podrían pasar un año entero con ingresos cero y sobrevivir.

Eso es resistencia y en eso deberíamos fijarnos.

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