La verdadera mentalidad de un emprendedor respecto al producto

He aquí como piensa un emprendedor de verdad, en contraposición a cómo piensan la mayoría de los que se creen emprendedores.

La gran mayoría piensa que vende productos, la minoría realmente emprendedora sabe que, en realidad, está ofreciendo soluciones.

Y desde ese punto de vista, colocándose de veras en el centro de esa situación, hace todo lo que hace.

Ahora, la mayoría de gente lee esto y dice: «sí, sí, está claro, el típico consejo teórico de autoayuda. Me lo apunto, ofrecer soluciones en vez de vender productos».

Y ya está, al día siguiente, todo sigue igual, su preocupación real, la que murmura en el fondo de su mente, es cómo vender más.

Yo estoy hablando de un cambio real de mentalidad y, por extensión, de una aplicación práctica de la misma. Porque cuando se cambia de veras de manera de pensar, automáticamente se cambia de manera de actuar.

Imagine esto. Un amigo de verdad, de esos a los que quiere realmente y al que saldría a defender en una pelea, le dice que tiene un problema y usted, como debe ser, se pone a trabajar con él para encontrar una solución.

Analiza la situación, ofrece su experiencia, se devana los sesos, quiere de verdad que solucione, le roba horas al sueño cavilando, pone todo su conocimiento y habilidades en el asador, para que los dientes del problema no se cierren sobre su amigo y le hagan daño.

¿De veras hace lo mismo por su cliente?

En serio, seamos sinceros.

¿De verdad nos ponemos en su piel y pensamos en el problema? ¿Ponemos toda la carne en el asador para ofrecer una solución real?

Cuando estamos en la situación del amigo, no nos preocupamos por cómo nos recompensará, sino por cómo podemos eliminar de ráiz el problema.

A la hora de crear un producto, la mentalidad debe ser la misma e ir más allá de pensar en términos de producto, sino en términos de soluciones.

Luego ya vendrá la hora de ver cómo rentabilizarlo, porque somos una empresa al fin y al cabo, pero por el momento, debemos ponernos exactamente en la misma posición que la del amigo con problemas. Y actuar igual que lo haríamos con él, usar lo mejor que podemos ofrecer para eliminar el problema, no parando hasta conseguirlo.

Así piensan los verdaderos emprendedores y trabajan en ello hasta tener la mejor solución posible.

Después ya llega la hora de ver si es una solución superior a la que el resto ofrece y si pueden ofrecerla de manera que sea rentable, pero el primer paso necesario es ese.

Pensar así y ser un emprendedor, o pensar como casi todos y ser el enésimo vendedor de algo que no se necesita.

Cada uno decide.

Scroll al inicio